domingo, 20 de diciembre de 2009

maría

Existen músicos que religan el sentido del estar en el mundo con la música fuera el prejuicio, y tienen la curiosidad de cruzar la todavía existente alambrada de la academia, aunque sea a costa de lidiar con afinaciones incorrectas,claquetas móviles, ritmos asimétricos,o dificultades de transcripción. Maria del Campo,violonchelista, demostró en La Antena Noética una capacidad resolutiva e interés que honra a la con frecuencia injustamente anatemizada academia, porque los prejucios no sólo se dirijen en una dirección... El timbre de este instrumento, y utilizado de esta manera en sus manos, llevan estas canciones al mar, cementan de ocre otoñal el poco tiempo que nos queda antes del fin de los dias... Experiencias de belleza de la que hemos de llenarnos, olvidando que sucedieron con la excusa de grabar un arreglo... Gracias Maria por tu valentía, y por ser tan sumamente agradable y paciente con este pequeño proyecto. Suyos son los chelos que transfiguraron "acto" en lo que es, y tanto me emociona...sin ir más lejos, y yendo tan cerca.

1 comentario:

GALINSOGA dijo...

una intervencion m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a.