viernes, 14 de mayo de 2010

gracia


Encaminándome al altar de Las Puras con theremín en el brazo, no esperaba en aquella tarde de primavera de hace un par de años que me iba a cruzar con una anómala coincidencia; y es que Juanjo Sánchez apareció en ese momento en que mis limitaciones musicales empezaban a atormentarme de nuevo con los fantasmas de repetición que de vez en cuando me frustran. En un principio me pareció un tipo "interesante" que yo no acertaba a ubicar en nuestro maravilloso páramo almeriense; como soy como soy-que otra cosa no tendré pero intuición sí- insistí, atosigué, regalé cds, e invité a concierto de Alondra Satori; hasta que nos volvimos a encotrar, en la Fila 7, con dos entradas compradas e distancia pero correlativas en un concierto de Fred Frith en Gran Nada...quizá en las conversaciones mantenidas a la salida, descubrí a alguien con el que poder disfrutar tomando una botella de vino al calor de Daevid Allen, Henry Cow y el grueso de rer megacorp, la word music menos word music... pero también Eisler, Berg,el kraft, musica wali, o Van Dyke Parks o el mejor sunshine pop; tras una conferencia sobre la escuela sufí de Pechina me recomendó un grupo llamado Slapp Happy y yo dije: "rezappateta"...y fué cuando tarareó, durante una cena cerca de la Antena Noética, un arreglo que yo tenía en el cerebro y él ya había pensado para "Abrazo Jipi" cuando pensé que teníamos aquí al tercer miembro perdido de Sefronia; a partir de entonces lo atosigúé sin descanso, con esa enfermedad maníaca por la música que tengo, hasta que de pronto ya estaba en el pequeño mundo del pop de Sefronia tanto como nosotros.
En todo este tiempo mi relación con el señor de arriba, me ha demostrado que es mejor el equipo y lo que es emocionarse al mezclar un arreglo de cuerda hermoso y con el que te indentificas totalmente- realizado para una pequeña canción...y sobre todo me ha demostrado que todavía la música tiene tanta fuerza como para que nos haga entregarnos a ella en cuerpo y alma, después de tantos años, y mover tierra y molinos, a pesar de la dificultades y sin esperar nada a cambio...excepto la Gracia...ha despertado el catalán que sin duda llevo en mí, porque tendréis que reconocer al final del día que el trabajo dura está en todo lo que os gusta realmente...
Sólo espero poder devolvérselo pronto...nadie dijo que no me sintiera afortunado.
No.

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